viernes, septiembre 11, 2009

" LA BOLSA DE AGUA CALIENTE "

¡Que Dios tan importante! ¡Esto es asombroso! Isaías 65:24

Esta historia fue escrita por una Doctora. que trabajó en Sudáfrica...

Una noche, yo había trabajado duro para ayudar a una madre en su trabajo de
parto; pero a pesar de todo lo que pudimos hacer, ella murió dejándonos con
un bebé prematuro diminuto y una hija de dos años que lloraba. Habríamos
tenido dificultad en mantener con vida al bebé, ya que no teníamos
incubadora (ni siquiera teníamos electricidad para hacer funcionar una
incubadora).

Tampoco teníamos facilidades para darle alimentación especial. A pesar de
vivir en el ecuador geográfico, las noches a menudo eran frías con
corrientes de aire traicioneras. Una comadrona estudiante fue a traer la
caja que teníamos para esos bebés y la frazada de algodón en la que debería
envolverse al bebé.

Otra fue a avivar el fuego y a llenar una bolsa con agua caliente. Regresó
rápido apenada a decirme que al llenar la bolsa, esta se había reventado
(el plástico fácilmente se echa a perder en los climas tropicales).
Exclamó, '¡Y es nuestra última bolsa para agua caliente!'

Igual que en occidente, no es bueno llorar sobre la leche derramada así
también es en el África Central no es bueno llorar sobre una bolsa para
agua caliente estallada. Estas no se dan en los árboles, y no hay farmacias
en los extravíos de la selva.

'Está bien,' le dije, 'ponga al bebé tan cerca del fuego con todo el
cuidado que pueda, y duerma entre el bebé y la puerta para librarlo de los
vientos. Su trabajo es mantener al bebé con calor.' La tarde siguiente, tal
como lo hacía la mayoría de días, fui a orar con algunos de los niños del
orfanato que elegían reunirse conmigo. Yo les di a los más jóvenes varias
sugerencias de cosas por las cuales orar y les conté del diminuto bebé. Les
expliqué nuestro problema de mantener al bebé lo suficientemente cálido,
mencionando lo de la bolsa para agua caliente, y que el bebé podría morir
demasiado fácil si se enfriaba. También les conté de la hermanita de dos
años, llorando porque su mamá había muerto.

Durante el tiempo de oración, una niña de diez años, Ruth, oró con la forma
usual concisa y sin remilgos de nuestros niños africanos.
'Por favor, Dios'
oró ella,
'envíanos una bolsa para agua caliente. No nos servirá mañana,
Dios, porque el bebé ya estará muerto, así que por favor envíanosla esta
tarde.'


En lo que me tragaba una bocanada de aire frente a la audacia de la
oradora, ella agregó, '
¿Y a la vez, podrías por favor enviarnos una muñeca
para la pequeña hermana para que sepa que realmente la amas?'


Como pasa con la oración de los niños, fui puesta en un apuro. Podía decir
yo honestamente,
'Amén'. Simplemente no creí que Dios pudiera hacer esto.
Oh, si, yo sé que Dios todo lo puede, la Biblia dice así. Pero hay límites,
¿o no? La única forma en que Dios podía responder a esta oradora muy
particular sería enviándome un paquete desde mi país. Yo había estado en
África por casi cuatro años para ese entonces, y nunca, nunca había
recibido un paquete enviado desde mi país. De todos modos, si alguien me
envió un paquete, ¿quién pondría una bolsa para agua caliente? ¡Yo estaba
viviendo en el ecuador geográfico!

A media tarde, cuando estaba dando clases a las enfermeras, recibí el
mensaje de que un carro estaba estacionado en la puerta de enfrente de mi
residencia.

Cuando llegué a mi casa, el carro ya se había ido, pero allí, sobre la
baranda, había un paquete grande de veintidós libras. Sentí lágrimas
mojando mis ojos. No podía abrir el paquete yo sola, así que mandé a llamar
a los niños del orfanato.

Juntos tiramos de las cintas, deshaciendo cuidadosamente cada nudo.
Doblamos el papel, cuidando de no romperlo demasiado. La excitación iba en
aumento.

Algunos treinta o cuarenta pares de ojos estaban enfocados en la gran caja
de cartón.

De hasta arriba, saqué unos jersey de punto de colores brillantes. Los ojos
relumbraban conforme los levantaba. Después había las vendas de punto para
los pacientes leprosos, y los niños mostraron un leve aburrimiento. Luego
venía una caja de pasas mixtas con pasas de Esmirna -estas harían una
porción para el pan del fin de semana. A continuación, cuando volví a meter
la mano, pensé ¿...estoy sintiendo lo que en realidad es? Agarré y saqué
si, una bolsa para agua caliente, nueva. Lloré. No le había pedido a Dios
que me la enviara; porque realmente no creí que Él pudiera hacerlo. Ruth
estaba al frente de la fila que formaban los niños. Ella se abalanzó,
afirmando, '¡Si Dios nos envió la bolsa, debió mandarnos también la
muñeca!'

Hurgando hasta el fondo de la caja, ella sacó la muñeca pequeña y
bellamente vestida. ¡Sus ojos brillaron! ¡Ella nunca dudó!

Viendo hacia mi, preguntó: '¿Puedo ir con usted y darle esta muñeca a la
niña, para que ella sepa que Jesús la ama en realidad?'

El paquete había estado en camino por cinco meses completos. Empacado por
mis antiguos alumnos de la escuela dominical, cuyo líder había escuchado y
obedecido a Dios urgiéndole a enviar una bolsa para agua caliente, a pesar
de que iba para el ecuador geográfico. Y una de las niñas había puesto una
muñeca para una niña africana -cinco meses antes, en respuesta a la oradora
de diez años que creyó y pidió que lo trajera 'esa tarde.'

'Antes de que pidan, yo responderé' (Isaías 65:24). Esta asombrosa oración
toma menos de un minuto. Cuando usted recibe esto, dice la oradora, es todo
lo que tiene que hacer. No hay ataduras. Sólo envía esto a quien quiera que
desees -pero envíalo. Orar es uno de los mejor dones que recibimos. No
tiene costo y trae muchas recompensas.

Sigamos orando el uno por el otro:


Padre, te pido que bendigas a mis amigos que están leyendo esto ahora
mismo. Te pido que ministres a sus espíritus en este preciso momento. Donde
haya dolor, dales Tu paz y merced. Donde haya duda, libera una confianza
renovada que trabaje en ellos. Donde haya cansancio o estén exhaustos, te
pido que les des entendimiento, guía, y fortaleza para que ellos aprendan
la sumisión a tu liderazgo. Donde hay estancamiento espiritual, te pido los
renueves revelando tu cercanía, y trazándoles una intimidad más grande
hacia Ti. Donde hay temor, revela Tu amor, y libera tu coraje hacia ellos.
Donde hay pecado que los bloquea, revélaselos, y rompe su atadura sobre la
vida de mis amigos.

Bendice sus finanzas, dales mayor visión, y levanta líderes y amigos que
los apoyen y les den coraje. Te pido estas cosas en el nombre de Jesús.


'No le pidas al Señor que guíe tus pasos si no tienes intención de mover
tus pies..'