miércoles, agosto 16, 2006

NUESTRO AYUDADOR EN LA ORACIÓN

Continuando con lo expuesto en el tema anterior, (encontacto.org), se complementa con lo siguiente:

Nuestro Ayudador en la oración.

La mayoría de los cristianos sienten que necesitan ayuda para poder orar con efectividad. Hasta el apóstol Pablo reconoció que, a veces, no sabía cómo pedir al Padre celestial como debía. En este intercambio sobrenatural entre Dios y los creyentes, el Espíritu lleva nuestros deseos y necesidades delante del Padre.

Los humanos pedimos con un conocimiento limitado del futuro, y con un sentido reducido de lo que es mejor para nosotros. Algunas circunstancias nos hacen preguntar cómo debemos orar. Todo lo que sabemos pedir, es: “Señor, ¿qué es tu voluntad?” El Espíritu Santo, que conoce los planes del Padre para nosotros, le comunica nuestra necesidad.

Dios no oculta Su voluntad de nosotros. Él desea equipar a los creyentes con toda la información para que hagan decisiones correctas, y para que se conformen todo el tiempo a la imagen de Su Hijo. El Espíritu lleva nuestras necesidades a Dios, Él también nos clarifica a nosotros la voluntad del Padre.

Para algunos, el poder de la oración es intimidador. “Ten cuidado con lo que pides, porque puedes recibirlo”, dice el antiguo dicho. A veces, los cristianos dejan de orar antes de recibir una repuesta, porque temen estar haciendo una petición equivocada. Sin embargo, la naturaleza divina del Espíritu Santo le impide ir a Dios con una petición que está fuera del plan del Padre. Más bien, Él interviene para que hagamos la petición correcta y que cambiemos nuestros deseos. Por tanto, podemos orar sabiendo que el Espíritu Santo es nuestro Ayudador.