HOMBRES COMUNES.

En Mateo 4:18 nos cuenta el autor como Cristo eligió a sus primeros discípulos:

"mientras caminaba junto al mar de Galilea,
Jesús vio a dos hermanos: uno era Simón, llamado Pedro,
y el otro Andrés.
Estaban hechando la red al lago, pues eran pescadores.
"Vengan, síganme - les dijo Jesús - y los haré pescadores de hombres".
Al instante dejaron las redes y lo siguieron."

Fíjense como Jesús eligió hombres comunes para que sean sus discípulos, y luego se conviertan en los grandes líderes de su Iglesia. Jesús no buscó hombres super inteligentes, ni estudiados, sino hombres comunes, donde lo más importante fue sin duda, su corazón... abierto a Dios, dispuesto a servirle, listo para vivir lo que Jesús diga.

Y de hecho, podemos ver que el autor menciona que ellos dejaron sus redes "al instante"... es decir, ellos obedecieron absolutamente, sin poner peros o pretextos... como usualmente nosotros solemos hacerlo.

La gran conclusión es que Dios no necesita de nosotros que seamos personas distintas, iluminadas, o nada por el estilo. Dios simplemente quiere que tengamos nuestros corazones listos para recibirle y para seguirle. Entonces El hará de nuestra vida, una vida de llena de bendiciones y de éxitos.