viernes, septiembre 15, 2006

LIBERTAD DE LA ESCLAVITUD

En la meditación diaria de encontacto.org, nos habla el Pastor sobre el versículo: Colosenses 3: 5-9. Les copio el contenido.

Libertad de la esclavitud

El pecado no puede dominar a un creyente que se entrega a la misericordia del Señor. El Padre celestial es fiel para restaurar una relación rota entre Él y Sus amados hijos, al derribar los muros de la prisión construidos por la desobediencia.

Nosotros, debemos reconocer el yugo que nos ata, puesto que negarlo impide la sanidad y la libertad que Dios ofrece. Cualquiera que sea la naturaleza de nuestro pecado, el problema es siempre espiritual, no una simple debilidad o un mal social.

El tratamiento para nuestro malestar emocional, mental o físico, no será efectivo si no reconocemos el aspecto espiritual de nuestro problema.
Aunque el pecado es intrínsecamente de naturaleza espiritual, el móvil de la conducta pecaminosa es a menudo emocional. Las emociones atrapadas en el creyente, como la inseguridad, la incompetencia o la falta de autoestima, comienzan a aflorar a la superficie, haciendo que la persona busque las maneras de satisfacer sus sentimientos, o de escapar de ellos.

Hubo un tiempo en mi trabajo como pastor, en que me exigí más de lo que podía hacer. Por una sensación de incompetencia, me esforzaba a tener éxito en la “obra de Dios”, que era la responsabilidad que Él me había dado, más lo que yo creía que tenía que hacer para el Señor. Pero descubrí que la libertad de la esclavitud es una decisión.

Como dice Pablo, los seguidores de Jesús deben abandonar el pecado. Por medio del Espíritu Santo, nosotros renunciamos voluntariamente a nuestras cadenas para lograr la libertad en Cristo.