jueves, septiembre 20, 2007

MILAGROS REALES

Quiero contarles 2 historias parecidas que les sucedieron a 2 buenos amigos míos, y a sus familias, cuando viajaban en sus vehículos de paseo el fin de semana pasado.

El primero, estaba con su esposa, su hijo pequiñito y su madre en el auto de ella. Iban a la playa por un camino que aquí es conocido como "difícil" y muchas veces riezgoso, por la cantidad de accidentes que se suelen suceder.

Mi amigo iba por su carril, y al llegar a una curva descubrió que enfrente tenía a un gran bus, que venía tratando de rebasar a otro vehículo, y sin importar que estaba en la curva, siguió ocupando la otra vía (contra vía). Mi amigo trató de esquivarlo, pero no tenía salida. Por un lado estaba una quebrada y por el otro venía otro auto en su carril respectivo. El choque fue frontal y directo.

El auto quedó destrozado! El seguro (por suerte estaba asegurado) les dio "pérdida total", es decir el auto quedó técnicamente destruido y no vale la pena su reparación.

Cuál fue el resultado para los pasajeros? Pues el pequeño sufrió una fractura en una de sus piernas, todos recibieron varios golpes fuertes, pero increíblemente no pasó nada más. Nadie fue gravemente herido, nadie falleció.

Al poco tiempo llegó la ambulancia y la policía y todos fueron trasladados a un centro de atención médica, donde se recuperan satisfactoriamente.

En el otro caso, mi amigo regresaba de un paseo de fin de semana con su esposa y sus 2 hijas pequeñas. Había neblina y estaba avanzada la tarde, por lo que la visibilidad era limitada.

Llegaron a una curva, y en la mitad del camino se encontraron con un bus que trataba de rebasar a otro auto, invadiendo la vía por la que iba mi amigo.

Por suerte la velocidad que llevaba no era muy alta, así que alcanzaron a girar y a esquivar el golpe de frente, pero lamentablemente el bus fue muy grande, los golpeó de lado y los mandó contra la cuneta. El auto se deslizó unos metros, destrozando su dirección y suspensión, pero a los pasajeros no les pasó absolutamente nada. Bueno, nada más que el terrible susto que se mandaron. Y como suele suceder en estos casos, el bus se fue campante como si nada hubiera pasado.

En el Ecuador es increible la cantidad de gente que muere en las calles y carreteras por accidentes de tránsito, usualmente causados por la irresponsabilidad de conductores inexpertos o mediocres que no tienen la calidad humana para pensar en que sus acciones pueden afectar a otros.

En el caso de mis amigos, las noticias no fueron tan malas. Nadie fue herido de gravedad, nadie murió en estos infortunados accidentes. Me pregunto, porqué en estos casos no pasó lo que si ocurre en tantos otros? No tengo una respuesta, al menos no una "lógica", pero hay algo que creo es definitivo para encontrar la respuesta correcta:

En ambos casos, mis amigos y sus familias son Cristianos. Ambos muy devotos en sus Iglesias. Ambos muy preocupados de buscar a Dios, en su palabra, y de enseñar esto a sus hijos.

Ambos tienen a Jesucrito en su corazón, y ambos entienden que es Dios quien con su bendición nos ayuda a enfrentar momentos duros, y que no permite que cosas terribles nos ocurran.

Gracias Señor por la vida de mis amigos y de sus familias. Gracias por que estos accidentes fueron solo sustos sin daños reales que lamentar. Gracias por que tu eres fiel y nos proteges en todo momento.

miércoles, septiembre 05, 2007

EL SALVAVIDAS

Esta es la Meditación Diaria del portal: encontacto.org. Me pareció importante el compartirla.



Jesús, nuestro chaleco salvavidas.

Juan 3:16-18

Imagine un río cenagoso, desbordado por la lluvia y precipitándose sobre las rocas. Usted ha caído en esa agua sucia y no puede nadar contra la corriente por mucho tiempo. La cabeza se le hunde una vez, luego dos, y ambas veces sale a la superficie escupiendo, tras haber tragado algo de la suciedad. Una tercera hundida podría matarle. Pero, de repente, desde la playa, alguien le lanza un chaleco salvavidas, que flota frente a su pecho. ¿Lo tomaría usted?

La respuesta parecería obvia: ¡Por supuesto que sí! Pero muchas veces las personas que se están ahogando en la rápida corriente del mundo, se niegan a echar mano del chaleco salvavidas espiritual: Jesucristo. Él murió en la cruz por toda la humanidad, pero las personas tienen una responsabilidad en la salvación. Deben reconocer su impotencia y la necesidad que tienen de Cristo. Eso significa que el nuevo cristiano acepta el sacrificio de Jesús como verdadero y personal, creyendo que no hay otra manera de ser salvo.

No es necesario entenderlo todo en cuanto a la fe y a la Biblia para ser salvo, ya que Dios se asegurará de que Sus hijos sepan lo que necesitan del Espíritu Santo. Sin embargo, es esencial entender que nosotros no podemos salvarnos a nosotros mismos.

¿Puede usted señalar el momento de su vida cuando recibió a Jesucristo como su Salvador personal?

Dios le está llamando, anhelando que usted reconozca su necesidad de Él y que ore para ser salvo del pecado.

El Señor es fiel para responder; le da una respuesta afirmativa y lo declara sin culpa delante de Él. Dios le está ofreciendo a usted un chaleco salvavidas.

¿Quisiera decidirse por Cristo y tener la vida eterna?