lunes, julio 23, 2007

EL CIELO Y EL INFIERNO

También me llegó por mail esta historia, y me pareció muy interesante el contenido.


EL CIELO Y EL INFIERNO.

Cierto día un hombre santo estaba teniendo una conversacion con el Señor y dijo: 'Señor, me gustaria saber como son el Cielo y el Infierno.'

El Señor llevo al hombre santo hacia dos puertas. Al abrir una de las puertas, el hombre santo miro dentro y en medio del cuarto habia una gran mesa redonda.

En medio de la mesa habia una gran olla de guisado que olia tan delicioso que hizo agua la boca del hombre santo.

La gente sentada alrededor de la mesa estaba delgada y enferma y parecian hambrientos. Ellos estaban sosteniendo cucharas con mangos muy largos que estaban atados a sus brazos, cada uno fue capaz de meter la mano en el pote de guisado y tomar una cucharada, pero por causa que el mango era mas largo que sus brazos, no podian poner las cucharas dentro de sus bocas.

El hombre santo se estremecio ante semejante cuadro de miseria y sufrimiento. El Señor le dijo: 'Has visto el Infierno'.

Luego fueron y abrieron la siguiente puerta. Era exactamente igual como el primer cuarto. Habia gran mesa redonda con el gran pote de guisado que hizo agua la boca del hombre santo. La gente estaba equipada con las mismas cucharas de mangos largos, pero aqui la gente estaba bien alimentada y llena de salud, riendose y hablando.

El hombre santo dijo: No entiendo........! 'Es simple'dijo el Señor: 'Esto requiere de una habilidad.....Mira: Ellos han aprendido a alimentarse el uno al otro, mientras que los avaros piensan solamente en ellos mismos'.

El verdadero sentido del amor es dar, Jesus murio para darte todo poramor.

Reflexión: Antes de pensar: 'Señor.. que tienes para mi vida el dia de hoy?' Pregúntale: 'Padre... que puedo dar a otros de lo mucho que ya me has dado?

Cuando Jesús murió en la cruz El estaba pensando en todos nosotros.

EL PAN DE CRISTO

Esto me llegó por mail. Me gustó mucho. Se los copio.


EL PAN DE CRISTO

El siguiente es el relato verídico de un hombre llamado Víctor. Al cabo de meses de encontrarse sin trabajo, se vio obligado a recurrir a lamendicidad para sobrevivir, cosa que detestaba profundamente.

Una fría tarde de invierno se encontraba en las inmediaciones de un clubprivado cuando observó a un hombre y su esposa que entraban al mismo. Víctor le pedía al hombre unas monedas para poder comprarse algo de comer.Lo siento, amigo, pero no tengo nada de cambio replicó éste. La mujer, queoyó la conversación, preguntó: -¿Qué quería ese pobre hombre? -Dinero para una comida. Dijo que tenía hambre -respondió su marido. -Lorenzo, no podemos entrar a comer una comida suntuosa que no necesitamos y ¡Dejar a un hombre hambriento aquí afuera! -¡Hoy en día hay un mendigo en cada esquina! Seguro que quiere el dineropara beber. -¡Yo tengo un poco de cambio! Le daré algo.

Aunque Víctor estaba de espaldas a ellos, oyó todo lo que dijeron.Avergonzado, quería alejarse corriendo de allí, pero en ese momento oyó laamable voz de la mujer que le decía: -Aquí tiene unas monedas. Consígase algo de comer. Aunque la situación estádifícil, no pierda las esperanzas.

En alguna parte hay un empleo para usted. Espero que pronto lo encuentre.

-¡Muchas gracias, señora! Me ha dado usted ocasión de comenzar de nuevo y meha ayudado a cobrar ánimo. Jamás olvidaré su gentileza.

-Estará usted comiendo el pan de Cristo. Compártalo -dijo ella con una cálida sonrisa dirigida más bien a un hombre yno a >un mendigo. Víctor sintió como si una descarga eléctrica le recorriera el cuerpo.Encontró un lugar barato donde comer, gastó la mitad de lo que la señora lehabía dado y resolvía guardar lo que le sobraba para otro día. Comerá el pande Cristo dos días. Una vez más, aquella descarga eléctrica corría por suinterior. ¡El pan de Cristo!

-¡Un momento! -pensó-. No puedo guardarme el pan de Cristo solamente para mímismo. Le parecía estar escuchando el eco de un viejo himno que habíaaprendido en la escuela dominical. En ese momento pasó a su lado un anciano.

-Quizás ese pobre anciano tenga hambre y pensó-. Tengo que compartir el pande Cristo.

-Oiga -exclamó Víctor-. ¿Le gustaría entrar y comerse una buena comida? El viejo se dio vuelta y lo miró con descreimiento.

-¿Habla usted en serio, amigo? El hombre no daba crédito a su buena fortunahasta que se sentó a una mesa cubierta con un hule y le pusieron delante unplato de guiso caliente. Durante la cena, Víctor notó que el hombre envolvía un pedazo de pan en suservilleta de papel.

-¿Está guardando un poco para mañana? -le preguntó. -No, no. Es que hay un chico que conozco por donde suelo frecuentar. La ha pasadomal últimamente y estaba llorando cuando lo dejé. Tenía hambre. Le voy a llevar el pan. El pan de Cristo. Recordó >nuevamente las palabras de la mujer y tuvo laextraña sensación de que había un tercer Convidado sentado a aquella mesa.

Alo lejos las campanas de una iglesia parecían entonar a sus dos el viejohimno que le había sonado antes en la cabeza. Los dos hombres llevaron elpan al niño hambriento, que comenzó a engullírselo. De golpe se detuvo yllamó a un perro, un perro perdido y asustado.

-Aqui tienes, perrito. Te doy la mitad -dijo el niño. El pan de Cristo. Alcanzará también para el hermanocuadrúpedo. El niño había cambiado totalmente de semblante. Se puso de piey comenzó a vender el periódico con entusiasmo.

-Hasta luego -dijo Víctor al viejo-. En alguna parte hay un empleo para usted. Pronto dará con el. No desespere. ¿Sabe? -su voz se tornó en unsusurró -. Esto que hemos comido es el pan de Cristo. Una señora me lo dijo cuandome dio aquellas monedas para comprarlo. El futuro nos deparará algo bueno!

Al alejarse el viejo, Víctor se dio vuelta y se encontró con el perro que leolfateaba la pierna. Se agachó para acariciarlo y descubrió que tenía uncollar que llevaba grabado el nombre del dueño. Víctor recorrió el largo camino hasta la casa del dueño del perro y llamó ala puerta. Al salir éste y ver que había encontrado a su perro, se puso contentísimo.

De golpe la expresión de su rostro se tornó seria. Estaba por reprocharle a Víctor que seguramente había robado el perro paracobrar la recompensa, pero no lo hizo. Víctor ostentaba un cierto aire de dignidad que lo detuvo. En cambio dijo:- >> -En el periódico vespertino de ayer ofrecí una recompensa. Aquí tiene! Víctor miró el billete medio aturdido.

-No puedo aceptarlo -dijo quedamente-. Solo quería hacerle un bien al perro.-Téngalo! Para mi lo que usted hizo vale mucho más que eso. Le interesará un empleo? Venga a mi oficina mañana. Me hace mucha falta unapersona íntegra como usted.

Al volver a emprender Víctor la caminata por la avenida, aquel viejo himnoque recordaba de su niñez volvió a sonarle en el alma. Se titulaba "Parte el Pan de Vida"...

"NO OS CANSEIS DE DAR, PERO NO DEIS LAS SOBRAS, DAD HASTA SENTIRLO, HASTAQUE DUELA". QUE EL SEÑOR NOS CONCEDA LA GRACIA DE TOMAR NUESTRA CRUZ Y SEGUIRLO, AUNQUEDUELA. AHORA, SI LO DESEAS, COMPARTE ESTO CON LOS DEMAS EL PAN DECRISTO.....YO YA LO HICE. ESPERO QUE SIRVA DE ALGO EN TU VIDA... QUE DIOS LES BENDIGA...!!!

Léelo en silencio, por favor ES MUY CORTITO Y EFECTIVO

Señor Jesús: "Te amo mucho, te necesito para siempre, y estás en lo másprofundo de mi corazón, bendice con tus néctares corporales, a mi familia,mi casa, mi hogar, mi empleo, mis finanzas, mis sueños, mis proyectos y amis amigos".

viernes, julio 20, 2007

5 AÑOS

Hace 5 años exactamente me casé con mi esposa. Hoy cumplimos nuestras bodas de "papel", si mis limitados conocimientos de reglas sociales no me engañan.

Y debo reconocer que han sido 5 años muy felices, con altas y bajas, como seguramente pasa en todos los matrimonios, pero nos ha ido realmente bien.

Hemos tenidos días muy difíciles, como cuando perdimos nuestro primer bebé, o cuando el mismo día se robaron nuestro auto, y mi madre entró al hospital muy grave. O cuando cuando debimos renunciar a comprar el departamento de nuestros sueños porque nuestros proyectos laborales se vieron seriamente afectados.

Y también hemos pasado de las otras, como cuando finalmente pudimos tener nuestro hijo, que nos ha dado tanta felicidad, o como cuando mi esposa consiguió ese trabajo dorado que todos anhelan.

Pero lo más importante ha sido que siempre hemos sentido que Dios ha estado con nosotros en todo momento. En las buenas, en las malas, en las duras y en las facilitas. Nunca nos ha faltado amor, cariño, entrega. Nunca nos ha faltado nada que necesitemos, aunque si hemos pasado por épocas de "vacas flacas", pero siempre hemos sentido su respaldo.

En mi país (Ecuador) los índices de divorcios son realmente alarmantes. Dicen los estadísticos expertos, que cada vez hay menos gente que se casa, y cada vez hay más divorcios, entonces según las proyecciones, para el año 2050, no existirá nadie casado. Los más afectados los niños, quienes crecen con serias deficiencias emocionales, y no son capaces de luego conformar una familia, sino que a la primera de bastos encuentran en la salida fácil: el divorcio. Y así la sociedad se va destrosando... poco a poco.

Y entonces me pregunto, cual ha sido la clave del éxito para que mi matrimonio haya superado el tiempo que ni el 50% de los matrimonios nuevos duran? Y tenga para largo? Y cada día que pasa, nos amamos con más fuerza y nos sentimos más unidos?

Pues solo tengo una respuesta válida: Dios, con su amor y bendición diaria, hace que nosotros seamos un poco mejores cada día, mejores para el otro, para nuestro hijo, para nuestra familia.

Cuando buscamos a Dios todos los días, o casi todos, él nos da la fuerza, la tranquilidad, la paciencia y el amor, para seguir adelante sin importar lo que venga. Él con sus bendiciones nos da todo lo que necesitamos.

Así que si quieres un consejo sabio de cómo hacer para que tu matrimonio dure y sea realmente feliz, ahí está la respuesta amigo: invita a Dios a tu corazón y hazlo centro de tu vida y de tu familia, entoces verás como todo fluye, todo mejora, todo es bendición.

OJO... nadie dice que no habrán problemas.... los habrá y muchos! Pero con Dios a nuestro lado, tendremos la fortaleza y la enteresa para afrontarlos juntos, unidos, felices.

Que Dios les bendiga.

miércoles, julio 11, 2007

DE MILAGROS

Cuando revisamos los Evangelios, en los últimos capítulos de estos, podemos ver que cuando Jesucristo resucitó, después de los 3 días de haber sido crucificado, empezó a aparecerse a sus discípulos para transmitirles que el milagro y la profecía se habían cumplido.

Dice la Bilia (Evangelio de Marcos) que primero se apareció un angel o un hombre vestido de blanco, y habló con María Magdalena dicièndole que Jesùs habìa recusitado, y que por eso no estaba en la tumba vacía, y que les contara a los demás para que le siguieran a Galilea. Pero ella no le creyó. Se llenó de miedo y no dijo nada a nadie, seguramente porque en el fondo de su corazón, no creía que fuera posible el milagro.

Entonces el mismo Jesucristo se apareció a María Magdalena y por fin ella le creyó al verle. Y fue a contarles a los discípulos lo que había pasado, pero nuevamente, ellos no le creyeron. No pudieron ver el milagro que se había dado, seguramente, al igual que María Magdalena , ellos en el fondo de su corazón no creían que Jesús podía hacerlo.

Luego Jesucristo se apareció a 2 de los discípulos, y entonces ellos si creyeron, y fueron a contarlo a los demás, y ni aún así, estos creyeron en el milagro.

Finalmente Jesús se apareció a todos los discípulos reunidos y es ahí donde por fin, pudieron creer en el milagro más importante de la historia.

Cuando pienso en esta parte de la historia de Jesucristo veo que los discípulos eran tan humanos como somos todos nosotros. Ellos vivián con Jesucristo, lo escuchaban cada día, le veían hacer milagros, pero sin embargo, en el fondo de su corazón, no creían que él fuera capaz de cumplir con el desafío más grande de todos: volver de entre los muertos.

Nosotros somos muy parecidos. Tenemos nuestra vida llena de bendiciones, está nuestra familia, tenemos salud, contamos con nuestros amigos, las cosas que tenemos, el trabajo que nos provee, etc. etc. etc. Pero no somos capaces de ver a Jesucristo en nuestra vida, no creemos que él pueda realmente cambiarnos, salvarnos, mejorar nuestra existencia. No entendemos que todo lo que tenemos es por su amor, su gracia y su misericordia.

Que corazón tan duro tenemos! Y claro, lamentablemente ahora Jesucristo no se aparecerá en persona para que podamos creer, pero sin duda sus milagros y bendiciones seguirán apareciendo en nuestro camino, aunque no seamos capaces de ver que es Él quien está detrás de todo esto.

Padre del Cielo, no permitas que nuestro corazón sea tan duro, para no ver tus milagros en nuestra vida. No permitas que seamos tan obstinados y orgullosos, para no darnos cuenta que es gracias a ti todo lo que tenemos. Y más bien queremos darte las gracias por tu amor y tus benficiones que nunca nos faltan, y que hacen que nuestra vida sea tan feliz y completa.

Dios les bendiga.