miércoles, octubre 25, 2006

Una influencia piadosa

En la página encontacto.org encontramos esto:

Una influencia piadosa

Todo cristiano tiene la responsabilidad de ejercer una influencia piadosa. Por medio de nuestro ejemplo y testimonio debemos lograr que las personas tengan una mejor comprensión de Jesucristo y de la manera cómo seguirlo. El profeta Daniel fue un hombre que utilizó su influencia de una manera sabia. Su invariable testimonio impactó a sus amigos y también a cuatro reyes y sus reinos.

Daniel tenía la fuerte convicción de que todas las palabras de la Escritura eran verdad. Por tanto, se negó a comer los alimentos de la mesa del rey porque Éxodo 34:15 prohibía consumir lo que había sido ofrecido a los ídolos (una práctica común en Babilonia). La fidelidad de Daniel a Dios importaba más que cualquier temor de represalia por rechazar la comida del rey.

El Señor honró las convicciones de Daniel garantizándole el aprecio de los poderosos. También dio a Daniel y sus amigos sabiduría y conocimientos para servir como funcionarios de la corte, posiciones que garantizaban que en todo el reino se extendería una influencia piadosa.

Nosotros probablemente no tendremos la oportunidad de tener influencia sobre reyes, pero nuestro ejemplo puede hacer un impacto en nuestro lugar de trabajo o en la comunidad, e incluso en varias generaciones. Como sucedió con Daniel, la influencia piadosa tiene su fundamento en la Biblia. Debemos creer que ella es la Palabra de Dios infalible. Si nuestras convicciones no están basadas en los principios de la Biblia, la conducta de nuestra vida no puede ser consistente, y actuaremos por preferencias en vez de hacerlo por principios.

jueves, octubre 19, 2006

CÓMO BUSCAR AL SEÑOR.

En la página de encontacto.org encontré esto:

Cómo buscar al Señor.

Muchas personas tienen la idea de que el cristianismo consiste en orar, ofrendar, compartir su fe y ser buenas. Pero la verdadera fe es también el anhelo diario de tener un mayor conocimiento de, e intimidad con, el Señor. El espíritu de un creyente puede estar satisfecho con la presencia de Jesucristo viviendo dentro de él y, sin embargo, seguir sediento. Uno de los principios básicos de la fe cristiana es que cuanto más conocemos al Señor, más querremos aprender de Él. Debemos buscar al Señor en vez de las riquezas del mundo, nuestro deseo de Él debe ser más fuerte que cualquier otro anhelo que tengamos.

Recibimos las “cosas buenas” de la vida, es decir, lo que Dios desea para nosotros, cuando lo buscamos a Él. Una mente puesta en el éxito material no conocerá la senda de la plenitud espiritual. Sin embargo, buscar al Señor no implica abandonar los planes y los sueños; significa solamente que sometemos sinceramente nuestras esperanzas a Su voluntad. Cuando nos esforzamos por conocer a Dios, nuestros deseos cambian para reflejar los Suyos. Nuestro Padre, a cambio, se responsabiliza por Sus hijos y pone nuestras metas a nuestro alcance. Nos da todas las cosas buenas que desea nuestro corazón moldeado por Dios.

¿Cómo puede un creyente buscar al Dios que suplirá sus necesidades? Estudiando Su Palabra y pidiéndole Su revelación. Todo cristiano que quiera conocer la voluntad de Dios, puede esperar Su enseñanza. Cuando recibimos un nuevo conocimiento de Él, nuestro deseo de Dios se convertirá en una gran llama. Cuanto más busquemos aprender de Dios, más querremos conocerlo.

jueves, octubre 05, 2006

CONFORME A VUESTRA FE.

En Mateo 9: 28-29 encontramos esto:

Y llegando a la casa, vinieron a él los ciegos;
y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto?
Ellos dijeron: Si, Señor.
Entonces les tocó los ojos, diciendo:
Conforme a vuestra fe os será hecho.

Jesús les pregunta a los ciegos si realmente creen que él es capaz de curarlos... y luego les dice que finalmente, todo depende del nivel de su fe.

Nosotros todos los días le estamos pidiendo a Dios que nos ayude o nos dé tal o cual cosa.... pero será que realmente creemos que Él lo puede hacer?

Esa es la pregunta del millón.... realmente le creemos a Dios???

Realmente creemos que el tiene el poder para hacer las cosas que necesitamos en nuestra vida??

O Dios es solamente un bombero etereo que vive tan lejos, que seguro no sabe ni lo que pasa en nuestra vida?

Ahora, lo más importante es que toda nuestra vida es en realidad un reflejo de lo que pensamos realmente de Dios.

Analicemos pues nuestra vida, nuestras decisiones y nuestro comportamiento, para ver si realmente le creemos a Dios, y para poder empezar a vivir conforme nuestra fe.

lunes, octubre 02, 2006

La pasión de conocer a Dios

En la página de encontacto.org, encontramos en la meditación diaria lo siguiente:

La pasión de conocer a Dios

Como cristianos, nuestra pasión debe centrarse en conocer a Dios por medio de Su Hijo Jesucristo (Juan 14:9). ¿Cómo es esa clase de deseo ardiente?

Primero, tendremos el anhelo de conocer al Salvador. Jesús se describió a Sí mismo como el Buen Pastor, el Pan de Vida, y la Vid Verdadera. Él nos invita a descubrir quién es Él en cada aspecto de Su persona. El estar satisfechos, el descansar en lo que ya sabemos, no tiene cabida en la vida cristiana.

Segundo, demostraremos un firme compromiso con el Señor, que influirá en nuestras finanzas, trabajo, amistad y hogar. El desarrollar una relación íntima con Dios, es una labor de toda una vida.

Tercero, nuestra mayor prioridad será conocer a Cristo (Juan 6:29) y amarlo (Marcos 12:30). Si Él tiene el primer lugar en nuestros corazones, desearemos tener momentos de quietud con Él, que nos resultarán maravillosos. Nuestros días girarán en torno a recibir y a obedecer Sus instrucciones. La oración consistirá tanto en oírle como en hablarle.

Finalmente, cualquier deseo que interfiera con, o suplante nuestro ferviente anhelo de conocer al Salvador, será desechado. El apartarnos del pecado y de las cosas mundanas nos parecerá un precio muy pequeño a pagar, en comparación con las bendiciones de caminar íntimamente con Dios.

A medida que mantengamos un deseo intenso y un compromiso firme de conocer a Dios, de darle siempre el primer lugar, y de sustituir nuestros deseos por los Suyos, nuestra pasión por Él crecerá. ¿Qué ve usted cuando se mira en su espejo “espiritual”: a un creyente fervoroso o a uno tibio?